En nuestro bufete de abogados para negligencias médicas atendemos casos de familias que se enfrentan a una hipoxia neonatal sin saber muy bien en qué consiste esta afección y cómo puede incidir en la vida de su recién nacido. Cuando el cerebro del bebé no recibe suficiente oxígeno durante el parto, las consecuencias físicas pueden llegar a ser graves y evidenciarse meses después. El origen puede estar en circunstancias imprevisibles, pero también puede estar relacionado con errores del personal médico. Será un abogado experto y su equipo de peritos quienes determinen si hay indicios de mala praxis y entablen una reclamación.
¿Qué es la hipoxia neonatal?
La hipoxia neonatal es una disminución o falta total de oxígeno en el cerebro del recién nacido, que ocurre durante el parto o inmediatamente después. Este problema puede estar relacionado con múltiples factores, como:
- Complicaciones con el cordón umbilical, por ejemplo, cuando se enreda alrededor del cuello del bebé.
- Partos prolongados o muy rápidos, que dificultan el suministro adecuado de oxígeno.
- Desprendimiento prematuro de la placenta, que interrumpe el flujo de oxígeno al feto.
Es importante distinguir entre las complicaciones inevitables y aquellas que podrían haberse previsto con una actuación médica adecuada. Si la hipoxia neonatal ocurre por una falta de monitoreo fetal, un retraso en la toma de decisiones críticas o fallos técnicos, podría considerarse negligencia médica.
Consecuencias de la hipoxia neonatal
Según el grupo de Peritonatología del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe), de Valencia se estima que hay entre 1 y 2 casos de hipoxia neonatal por cada 1.000 recién nacidos vivos. Entre las secuelas más comunes que sufren estos niños se encuentran:
- Parálisis cerebral: afección permanente que afecta el control muscular y la coordinación.
- Retrasos en el desarrollo: dificultades para alcanzar hitos como sentarse, caminar o hablar.
- Problemas de aprendizaje: desde discapacidades cognitivas leves hasta trastornos severos.
- Epilepsia: convulsiones recurrentes debido al daño cerebral.
- Problemas de movilidad: como debilidad muscular o rigidez en las extremidades.
Estas condiciones no solo impactan la calidad de vida del bebé, sino también la dinámica familiar y los recursos económicos, debido al coste de tratamientos médicos, terapias y apoyos especializados. Por eso, entender si la hipoxia neonatal pudo haberse prevenido es importante para buscar una compensación y asegurar el bienestar del afectado a largo plazo.
¿La hipoxia neonatal puede estar relacionada con una negligencia médica?
En muchos casos, la hipoxia neonatal se produce por causas naturales o impredecibles. Sin embargo, cuando hay errores médicos involucrados, se puede hablar de mala praxis. La negligencia médica ocurre cuando los profesionales de la salud no cumplen con los estándares establecidos. Algunos ejemplos de negligencia en casos de hipoxia neonatal incluyen:
- Falta de monitoreo fetal.
- Retraso injustificado de una cesárea.
- Administración indebida de oxitocina o anestesia.
- Extralimitación con instrumentos como fórceps o ventosas.
Para determinar si la hipoxia neonatal está relacionada con negligencia médica hay que acceder al historial clínico del parto y que un grupo de expertos médico-legales evalúe las circunstancias.
¿Qué debo hacer si sospecho que hubo negligencia médica?
Si crees que estás ante un caso de hipoxia neonatal asociado a una mala praxis médica debes seguir los siguientes pasos.
- Consulta con un especialista médico. Busca la opinión de un médico independiente que pueda determinar si el daño podría haberse prevenido con una atención adecuada.
- Reúne toda la documentación. Recopila informes médicos, notas del parto, pruebas de monitoreo fetal y cualquier documento relacionado.
- Contacta con un bufete especializado en negligencias médicas. Busca abogados con experiencia comprobada en casos de hipoxia neonatal. Ellos te guiarán durante el proceso legal y analizarán si hay bases para presentar una reclamación.
- Inicia el proceso legal. El abogado debe explicarte las fases del proceso, desde la valoración del caso hasta la presentación de la reclamación y la negociación de una indemnización, y acompañarte en todas las etapas con empatía, solidaridad y honestidad.
Elegir el bufete de abogados para negligencias médicas es determinante para el éxito de la reclamación porque los profesionales expertos en este tipo de casos saben cómo actuar frente gigantes administrativos como el sistema sanitario público y, por supuesto, frente a centros médicos privados. La sensibilidad, la atención personalizada y el trato preferente son valores que las familias en estas situaciones agradecen porque también se comprometen con las necesidades emocionales de tu familia. Si te estás enfrentando a un caso de hipoxia neonatal y crees que pudo obedecer a una mala praxis contacta con especialistas como los que encontrarás en Aitana Sánchez Abogados.