La emoción por la llegada de un bebé puede verse empañada ante la sospecha de que una posible negligencia médica en el parto sea la responsable de una hipoxia neonatal. La falta de oxígeno antes, durante o justo después de la expulsión puede tener consecuencias para la movilidad muscular o incluso, provocar un serio retraso en el desarrollo neurológico. De ahí la importancia de investigar si se ha tratado de una mala praxis y reclamar una indemnización que permita cubrir los cuidados y terapias que requerirá el menor. Como abogados especialistas en negligencias médicas en Barcelona sabemos que, por desgracia, estos casos afectan seriamente la calidad de vida de los pequeños y sus familias y es muy importante reconocerlos a tiempo para entablar una reclamación dentro del plazo establecido.
¿Qué es la hipoxia neonatal?
Antes de abordar el tema, queremos aclarar conceptos. La hipoxia neonatal o falta de oxígeno al nacer puede ocurrir dentro de la placenta o durante el parto. Esencial para las funciones vitales, el oxígeno tiene que presentar unos niveles óptimos para el metabolismo de la glucosa. De lo contrario, las células no pueden producir la energía que necesitan los tejidos y el cuerpo se ve obligado a hacer un metabolismo anaeróbico. Este proceso provoca una acumulación de ácido láctico y altos niveles de dióxido de carbono. Como resultado, disminuye la función cardíaca del bebé y puede reducirse el flujo sanguíneo que llega al cerebro.
El retraso de una cesárea, las complicaciones en la expulsión o las dificultades de un parto prolongado son momentos críticos que requieren una reacción rápida y eficaz por parte del personal médico. Ante los primeros signos de sufrimiento fetal, cada segundo es vital para evitar que la asfixia genere daños irreparables. Pero si no se hace un seguimiento adecuado de las constantes o no se toman decisiones adecuadas, la situación puede convertirse en un posible caso de mala praxis.
¿Cuándo puede hablarse de negligencias médicas en el parto?
Las negligencias médicas en el parto pueden manifestarse de distintas maneras:
- Falta de monitorización adecuada: durante el parto el personal sanitario debe supervisar las constantes del bebé y de la madre. Si no se realizan los controles necesarios o si los signos de sufrimiento fetal no se interpretan correctamente, podríamos estar ante un caso de negligencia.
- Retraso en la toma de decisiones: el parto es un proceso dinámico que a menudo requiere decisiones rápidas. El equipo podría incurrir en una mala praxis si tarda innecesariamente en realizar una cesárea o en intervenir para aliviar el sufrimiento fetal.
- Errores en la administración de medicamentos: los medicamentos administrados durante el parto, como la anestesia epidural o la oxitocina, deben ser dosificados con exactitud. Un error en este sentido podría generar complicaciones.
- Uso inapropiado de instrumental: el empleo incorrecto de instrumentos como los fórceps o ventosas durante el parto puede ocasionar lesiones tanto en la madre como en el bebé. Si se utiliza una fuerza excesiva o no se siguen los procedimientos adecuados, estaríamos ante una negligencia.
¿Cómo saber si la hipoxia neonatal está relacionada con mala praxis?
Para determinar si la hipoxia neonatal está relacionada con una mala praxis médica, los peritos analizan los registros del día del parto y la historia clínica de la madre. Algunos pasos esenciales para evaluar si hubo negligencia médica incluyen, entre otros:
- Revisión de los registros médicos: aquí se incluyen notas de monitorización fetal, informes de pruebas, notas del parto y cualquier intervención médica.
- Evaluación de la actuación profesional: se verifica si el equipo médico actuó conforme a los estándares esperados. Con este análisis se identifican posibles errores o demoras que hubieran podido contribuir a la hipoxia neonatal.
- Identificación de complicaciones preexistentes: es importante determinar si existían factores de riesgo previos que podrían haber contribuido a la hipoxia neonatal y si el equipo médico implementó medidas para mitigarlos.
- Testimonios y declaraciones: las declaraciones de los padres, el personal médico y otros testigos presentes durante el parto pueden aportar información valiosa sobre los eventos y la gestión de cualquier complicación que haya surgido.
Si sospechas que la hipoxia neonatal de tu bebé puede haber sido causada por negligencia médica, es recomendable actuar con rapidez para que la reclamación se interponga dentro de los plazos marcados por ley.
Contactar con un abogado experto en negligencias médicas es el primer paso para iniciar el proceso porque este profesional trabaja con peritos especializados en la materia que saben cómo recopilar la información e interpretarla para configurar el caso. En Aitana Sánchez Abogados no solo ofrecemos un soporte legal personalizado, sino que entendemos las implicaciones emocionales de una negligencia médica en el parto. Nuestro equipo está preparado para proteger tus derechos con la empatía y sensibilidad que esperas.